En la Santa Eucaristía del III domingo de Cuaresma, el padre Uriel Vallejos de la parroquia Divina Misericordia en Sébaco, explicó en breves palabras, que asumir la cruz gloriosa significa asumir los sufrimientos de cualquier índole, que van apareciendo en los contextos de la vida, y que son de responsabilidad humana afrontarlos, ya sea con un espíritu de confianza y esperanza en la ayuda de Dios, tal como vivió Jesús su Pasión y muerte de cruz, con plena confianza, y en una actitud de filial obediencia a Dios, su Padre.
El Sacerdote explicó que el Señor Jesús une y otra vez en los Evangelios afirma que, para ser sus discípulos deben “tomar la cruz y seguirlo”, es decir, no darle la vuelta a las situaciones conflictivas y difíciles, sino asumirlas, viviéndolas con la confianza en Dios, independientemente si saldré adelante de manera exitosa, o desastrosa”.
La Cruz camino de escándalo y de incomprensión:
El padre Uriel manifestó que la Cruz es un camino de escándalo y de incomprensión, de locura y sin razón porque se explica solo desde la experiencia del amor: “Dejémonos conducir por el Espíritu Santo y recorramos la vida con la confianza en el amor de Dios manifestado en Jesucristo, así viviremos con esperanza el misterio de tantos interrogantes que suscita la presencia del mal en el mundo”.
Cuaresma tiempo propicio para la relación con Dios:
El párroco hizo énfasis en que la Cuaresma es un tiempo propicio para la relación con Dios, mediante la oración, la meditación, y la caridad: “la mirada debe estar en el domingo de Pascua, que nos recuerda la nueva vida, garantizada por la resurrección del Señor”.
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Finalizó encomendando al amparo de San José, a las familias, para que se conviertan en células dinámicas y participativas de una sociedad fraterna y solidaria, capaz de reconciliarse, de fortalecer la esperanza
Redacción: Alexandra Chavarría,
Diócesis Media – Parroquia Divina Misericordia, Sébaco.