En su homilía del XIV Domingo del Tiempo Ordinario el párroco de la parroquia Santa Lucía en Darío, padre Vicente Martínez, compartió con los presentes que en la vida familiar, misionera y apostólica la gracia de Cristo basta, explicó que las palabras del apóstol Pablo, cuando soy débil, entonces soy fuerte son palabras de consuelo y esperanza para la humanidad.
El padre mencionó que, así como San Pablo, los cristianos sólo tienen que gloriarse de dos cosas: “Primero de sus debilidades y segundo de la cruz de Cristo, porque en esta vida todo lo que tenemos es un regalo, es una gracia por lo tanto no se tiene que acomodar a la manera del mundo, al pecado y mal».
“No te pongas triste en tu vida personal, en tu vida matrimonial o en tu vida misionera, yo estoy contigo. El apóstol San Pablo consciente de su debilidad dice: Para que no me llene de soberbia por la sublimidad en las revelaciones que he llevado en mi vida, llevo una espina clavada en mi carne, un enviado de Satanás me abofetea para humillarme, tres veces le pedí al Señor que me libre de esto, pero él me respondió: Te basta mi gracia, porque mi poder se manifiesta en la debilidad”,reflexionó.
“Cuando soy débil, entonces soy fuerte”:
El padre Vicente explicó que las palabras “cuando soy débil, entonces soy fuerte”, son consuelo para que no se pierda la esperanza de la vida eterna, para que el hombre no se acostumbre al pecado: “También son para que nosotros pongamos nuestros pies en la tierra y nuestro corazón en el cielo, preguntémonos hermanos: ¿De qué nos estamos gloriando en la tierra? Muchos se glorían de su dinero, poder, fama, ropa, casa, vehículo, de sus bienes materiales que no es mal que tengamos eso, pero hay que darse cuenta que si nosotros nos apartamos del Señor salimos perdiendo”.
Es difícil ser profeta en la familia:
Para finalizar el presbítero enfatizó que las familias viven en carne propia lo difícil que es ser profeta en la propia familia, tanto esposo, esposa e hijos cuando en vez de encontrar humildad y disponibilidad encuentran rechazo, más el Señor invita a no perder la esperanza de tener una familia donde se puedan ayudar y contar el uno con el otro.
Redacción: Heather Ríos.
Diócesis media, parroquia Santa Lucía, Darío.