Religiosas de la Cruz agradecen a Dios por cuatro años en la Diócesis de Matagalpa

Cuatro años de presencia en la Diócesis de Matagalpa, celebraron las hermanas de la Cruz del Sagrado Corazón, este domingo 1ero de noviembre, con la Santa Misa presidida por Monseñor Rolando Alvarez, en la solemnidad de todos los Santos. Esta es la primera ocasión en la pandemia, que el Obispo matagalpense celebra Misa fuera de la Iglesia Catedral.

El carisma de la congregación que fue fundada por la Beata Concepción Cabrera, es contemplar día y noche a Jesús Sacramentado y ofrecer oraciones por la humanidad, especialmente por los sacerdotes.

En su mensaje Monseñor Alvarez recordó que las bienaventuranzas son la espiritualidad de la Cruz, asimismo mencionó que muy seguramente las hermanas en estos años han compartido el dolor del pueblo nicaragüense, no sólo de quienes llegan al convento sino de aquellos por quienes oran, al punto que el convento se ha convertido en una casa del llanto, de esos bienaventurados que lloran, “porque llorar no es malo, y ¿quiénes no han llorado en el 2018 o ahora en el 2020? Supongo muy pocos”, dijo.

Hermanas de la Cruz del Sagrado Corazón

Monseñor Alvarez pidió a las religiosas orar para que el Señor marque la frente de los nicaragüenses, para que este sufrimiento que padece el pueblo sea la marca que garantice a los nicaragüenses la salvación.

Aquí se dirigió a quienes sienten que han sufrido muchos por otros: “No se dejen vencer por la tentación del demonio que susurra al oído que el mal con el mal se paga, no caigan en la tentación de querer responder al mal con el mal, no, ese sufrimiento que alguno te esté causando ofrécelo al Señor para que los salve a ellos también, para que los santifique a ellos y sean marcado con el sello de Dios en su frente y puedan llegar a la vida eterna”.

“Nicaragüenses no desaprovechemos el sufrimiento por nuestra salvación y por aquellos que te han ofendido”.

Reflexionar sobre la dignidad de la persona:

Al seguir haciendo un recorrido por la bienaventuranzas, especialmente aquella que dice: “Bienaventurados los que trabajan por La Paz”, dijo que seguramente a los gobernantes de América Latina les es necesario reflexionar sobre la dignidad de la persona, porque a veces no sólo el irrespeto de la dignidad, sino que la sed de justicia y de la verdad se estigmatiza y se llega a ver cómo un delito, a esa barbarie hemos llegado”.

A continuación ha recordado que sólo el que se abaja es misericordioso, si alguien se siente más que el otro o que la otra ese no puede ser misericordioso, porque de hecho el único lugar que estando en las alturas “permite anonadarnos es la Cruz”.

Puedes Leer: Las bienaventuranzas y el sufrimiento del pueblo nicaragüense. Monseñor Rolando Alvarez

Llegada a NIcaragua es una bendición:

El Obispo aseguró que la llegada de las religiosas al país hace cuatro años y específicamente a la Diócesis de Matagalpa, es una bendición porque en ese momento “ni yo ni ustedes nos imaginábamos lo que nos esperaba. No conozco los otros conventos de ustedes, pero les digo algo, este es el más bello”, indicó Monseñor Alvarez.

Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.