En la celebración de la palabra del domingo 3 de julio por la tarde el padre diácono Raúl Vega, dijo que la salvación es un llamado para todos. Después de leer el Evangelio el Diácono manifestó sentirse un poco nervioso, porque no es igual estar parado ahí como seminarista al estarlo ya como diácono.
Agradeció a Dios por el don de la vida, pero también por el ministerio del Diaconado que Dios le concedió por medio de la iglesia.
Refiriéndose al Evangelio dijo que el tema de la salvación es algo que ha pasado por muchos como algo sin valor y que antiguamente los laicos creían que la salvación era solo para los sacerdotes o para las monjitas y aseguraban: “ese va a ser Santo por ser sacerdote… Era la mentalidad nuestra, mirabas al Sacerdote y en tu mente decías va a ser Santo porque está entregado eternamente a Dios”, añadió el Diácono Vega.
También dijo que gracias al Concilio Vaticano II esa idea fue caducando y la gente fue logrando comprender que la salvación es un llamado para todos, un llamado que recibimos desde el momento del Bautismo. La Salvación es una llamada universal, pero también personal, no es una llamada para Curas y Monjas, hay que quitarse esa mentalidad porque también la salvación es posible para todos, expresó el Diácono.
Enfatizó que el Evangelio menciona habitualmente casi en todos los relatos evangélicos al grupo más cercano de Jesús a los doce discípulos, los más confiables, incluso no da hoy ningún nombre, sólo menciona a setenta y dos, eso quiere decir que tampoco la Salvación estaba encerrada en los doces, ahí está la imagen de la Iglesia.
La salvación es un despojo:
“Queridos hermanos la salvación es un despojo de nuestro yo, es un despojo de nuestras condiciones y nos invita a todos no sólo al Sacerdote, a la religiosa o al que es consagrado a despojase, es un llamado para todos. Hay que aprender a autodonarse, abandonar todo aquello que no me permite alcanzar la Salvación”, dijo.
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Destacó tres funciones de la salvación: Primero Dios sobre todas las cosas, segundo se necesita de humildad y por último actuar con los demás porque la Iglesia es una comunidad de amor.
Redacción y fotografía: Kellys Rivera, referente Diócesis Media Parroquia San Juan Bautista, Matagalpa