Monseñor Alvarez: “Los nicaragüenses esperamos y necesitamos magistrados creíbles”.

“Los nicaragüenses esperamos y necesitamos Magistrados creíbles en el Consejo Supremo Electoral que generen confianza en el pueblo, las necesarias y urgentes reformas electorales que garanticen y legitimen unas elecciones libres justas y transparentes”, dijo Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, en su homilía dominical al mediodía de este domingo 11 de abril 2021 en la parroquia Divina Misericordia Sébaco, celebrando la festividad patronal.

Aquí el mensaje:

Los nicaragüenses esperamos y necesitamos Magistrados creíbles en el Consejo Supremo Electoral

Nicaragua está entrando en momentos cruciales para su presente y futuro, como país. El país que todos anhelamos y necesitamos. Nos encontramos ante una oportunidad histórica de construir juntos un país donde retomando lo bueno de nuestra historia aprendamos también de los errores”.

“Los nicaragüenses esperamos y necesitamos magistrados creíbles en el CSE, que generen confianza en el pueblo, las necesarias y urgentes reformas electorales que garanticen y legitimen unas elecciones libres, justas y transparentes. Este será el camino cívico que habrá que recorrer para lograr finalmente una convivencia pacífica, en justicia, paz y libertad, donde todos sin exclusión podamos aportar nuestro granito de mostaza para la institucionalidad y el progreso . Para poder decirnos unos a otro, la paz esté con ustedes”.

El miedo paraliza:

Durante su mensaje el Obispo también recordó la escena del Evangelio del día donde los Discípulos están encerrados y con miedo, en esto Jesús se les aparece y les dice: “Paz a vosotros”. Por lo tanto explicó que el miedo lleva a la persona a paralizarse, a no disfrutar la Misericordia de Dios en el perdón de sus pecados: “Reciban el Espíritu Santo, a quienes se les perdonen los pecados les quedarán perdonados, y a quienes no se les perdonen le quedarán sin perdonar”.

“Estoy seguro que el Señor quiere que palpemos sus llagas glorificaras, su cuerpo glorificado, triunfante y glorioso. Hermanos: Hemos de ver y tocar al Señor para luego poder ir a anunciar a los demás y decirles: Yo he visto al Señor, ya no creo porque otros me lo han contado, yo lo he visto porque he tocado sus llagas. Estas no son palabras, es la experiencia del Resucitado simbolizado en el cirio pascual que arde, es la experiencia del Resucitado en la Eucaristía, en la palabra, en la comunidad, en la caridad, una experiencia viva, ardorosa”.

“Yo me pregunto: ¿Quién de nosotros, cuántos podremos decir en las fiestas pascuales: Yo he visto al Señor? Esa es la experiencia que el Señor nos ha dado, y tocando sus llagas, metiendo las manos en su costado de donde mana sangre y agua, haremos la experiencia de la Misericordia de Dios, podremos nadar en ese insondable mar de Misericordia donde se unen todos nuestros pecados”, indicó.

Dios va más a prisa en el perdón:

Monseñor Alvarez mencionó que Dios va más a prisa “que nosotros en el amor, en el perdón, en la Misericordia para decir: Hagamos fiestas porque este hijo mío que estaba muerto lo hemos encontrado y ha vuelto a la vida”.

Oración de Paz y Confianza:

“Todo procede de la Misericordia de Dios y en ella encontramos nuestra paz, y Jesús dice a Santa Faustina: Vengan, descansen en mi corazón y digan: Jesús en vos confío. Esta jaculatoria que el Señor pide a Santa Faustina se diga para encontrar paz, es una oración de paz, de la paz interior, y hacerlo con ánimo de corazón, y cuando los problemas pareciera que son mayores, grandes, pareciera que no tienen soluciones, insistan: Jesús en vos confío, y verán la gloria de Dios hermanos. Hagamos de la experiencia del Resucitado, con un anuncio a los demás para decirles hoy y siempre que hemos visto al Señor, que he visto a Jesús, que he tocado sus llagas, y así llevar a los demás a descansar y entregar sus problemas en el corazón misericordioso de Jesús, orando, exclamando y suplicando: Jesús en vos confío”.

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En la parroquia Divina Misericordia la festividad se hizo siguiendo las medidas de prevención ante el COVID-19, con el novenario, Triduo de Misas y el día de la festividad con varias celebraciones para evitar aglomeraciones.

Redacción y fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.

Diócesis Media.