“Los signos de Jesús”, reflexionados por el presbítero Uriel Vallejos

En el II domingo del tiempo ordinario el presbítero Uriel Vallejos celebró la Santa Eucaristía en la cancha colegio San Luis, Sébaco, en su homilía explicó los dos signos de Jesús, los cuales son la celebración de unas bodas y las seis tinajas de aguas convertidas en un vino excelente y superabundante.

La celebración  de unas bodas:

El Padre Vallejos enfatizó que la boda es una manifestación de gozo, y en el primer signo de Jesús que es una boda, significa el gozo y la alegría de Dios al poder hacerles felices: «Jesús es la alegría de la vida. Es imposible estar con Jesús y no estar en fiesta. Lo decía Él mismo en su evangelio; ¿Pueden acaso estar tristes los invitados a una boda mientras el novio está con ellos?, (Mt. 9,15). Lo más opuesto a un cristiano es un cristiano triste”.

“Los signos de Jesús”, reflexionados por el presbítero Uriel Vallejos
“Los signos de Jesús”, reflexionados por el presbítero Uriel Vallejos

Seis tinajas de aguas convertidas en un vino excelente y superabundante:

Además el Padre Vallejos añadió un segundo signo de Jesús, que son las seis tinajas de aguas convertidas en un vino excelente y superabundante: «Las seis tinajas de agua eran para las purificaciones de los judíos.  En ellas cabían 600 litros de agua. ¡Demasiada agua! Para el evangelista significa la cantidad de ritos, normas, leyes, tradiciones judías. Una religión ya vieja y separada de la vida”.

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Seguidamente el Padre Uriel Vallejos explicó que las tinajas eran seis, número imperfecto y le va bien para hablar de la imperfección de la ley y de la religión judía, pero el que el número que indica perfección es el siete: «Por eso, de tantos milagros que ponen los evangelios sinópticos, Juan sólo elige siete. ¿Dónde está la séptima tinaja?, la séptima tinaja es Jesús. De esta séptima tinaja se llenarán las otras seis. Él nos asegura un nuevo vino que no faltará nunca”.

Finalizó su mensaje pidiendo a los matrimonios que pidan a Dios les acompañe siempre, y que pidan la intercesión de María Santísima para que nunca les falte el vino del amor, la esperanza, el perdón y la alegría.

Redacción: Alexandra Chavarría.

Diócesis Media parroquia Divina Misericordia, Sébaco.