El amor en la familia, usando las palabras que propone el Papa Francisco para un hogar: Gracias, por favor y disculpas, reflexionó Monseñor Rolando José Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, al celebrar la Santa Misa en la solemnidad de San José, en la parroquia San José de Matiguás, al mediodía del viernes 19 de marzo.
Al inicio de la celebración el Prelado recordó que exactamente hace un año fue la última vez que compartió con la comunidad parroquial, luego la pandemia de la COVID-19, obligó a tomar medidas de prevención. Por lo tanto, este año en Matiguás las actividades se realizan de forma austera, sin procesiones, ni vigilias para evitar aglomeraciones y con Eucaristías que se celebran constantemente en el templo parroquial y en una de las capillas ubicadas en los barrios.
En su mensaje el Obispo dijo que al iniciar el año de la Familia, es una oportunidad para renovar el amor por la familia, siguiendo además el ejemplo de San José, al celebrarse también el año del padre adoptivo de Jesús. Asimismo, citó palabras del Papa Francisco quien se refiere a la espiritualidad de la familia, que entre otras cosas consiste principalmente en el amor.
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“Me venía a la mente y al corazón que el Papa Francisco se refiere a tres palabras que no deben faltar en la familia: Gracias, por favor y disculpas. Observen que no es difícil vivir en el amor en la familia, ven que no es difícil renovar la alegría del amor a imagen y semejanza de la Sagrada Familia, que no cuesta decir todos los días en la familia esas palabras. Esto es de nobleza del corazón, es reconocer que yo necesito de Dios, por eso se da gracias, porque ese favor que me hiciste yo lo necesitaba de voz, reconozco que no soy autosuficiente, que necesito de los demás sea del papá, la mamá o la hermana”.
Por favor y disculpas:
“Con esa palabra sencilla, con ese corazón noble estamos amando, y ¿Cuántas veces en el día podríamos decir por favor? Y eso se enseña desde los niños, a quienes de hacer lo contrario estaríamos enseñando el autoritarismo, porque se acostumbrará a dar órdenes y no a pedir un favor. Ven no es el poderoso, es el necesitado el que reconoce que necesita de vos y te pide aquello por favor, por lo tanto aquí estamos hablando de humildad”, indicó.
Al explicar la tercer palabra “disculpas”, recordó que nadie está libre de pecado, que todos de alguna manera fallan, por lo tanto esto conlleva a un abajamlento al estilo de San José, y con estas tres palabras se puede vivir la alegría del amor en la familia. “Que lindo sería que al iniciar el año de la familia y continuar el año de San José, se diga: Viviré la espiritualidad de la familia, en mi familia con estas tres palabras”, indicó.
Finalmente invitó a colocar en este año de San José y la familia estos propósitos en las manos del padre adoptivo de Jesús, para esto sugirió rezar los Dolores y Gozos de San José todos los días en la familia, en la casa. “Que el Señor bendiga a todas nuestras familias y que San José custodie a nuestras familias aquí en la tierra para poder un día gozar de la alegría del cielo. Así sea”.
Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.