Principios de acción para construir una nueva Nicaragua, propuso Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, durante la Santa Misa el domingo 25 de octubre en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol, donde además manifestó su deseo de que un día los “nicaragüenses podamos construir la gran revolución del amor”.
Monseñor Alvarez explicó que el amor a Dios va unido con el amor al prójimo y que a través de los gestos sencillos se puede manifestar el amor que le “tenemos a Dios y a los hermanos”, agregando que en este tiempo de pandemia la fe se manifiesta cuidándose y cuidando al prójimo: “¿De dónde procede para nosotros esa conciencia que el virus anda ahí y que anda matando? Del hecho que amamos la vida y que la vida es preciosa y que nos amamos nosotros mismos, porque Dios nos amó primero, porque en su amor hemos sido redimidos y su amor es todo para nosotros”.
Revolución del amor en Nicaragua:
“Que hermoso sería que los líderes en Nicaragua en todos los géneros pensáramos que el final de cuentas toda revolución que nos libera es la del amor, porque el amor libera de ataduras internas, y libera de ataduras externas, porque sintiéndonos libres interiormente no habrá cadena interna que nos haga sentir atados. Dios quiera que los nicaragüenses un día construyéramos la gran revolución del amor”.
Principios de acción:
“Quisiera compartir con los líderes sociales, políticos y económicos del país, los siguientes principios de acción para construir una Nueva Nicaragua, basada en el respeto y el amor:
Un líder debe escuchar el corazón sufriente del pueblo. Estar a la escucha del dolor del pueblo.
Un líder debe anteponer los intereses de las mayorías, particularmente de las más vulnerables a los propios o de su grupo. Y si es el caso, incluso su partido político debe transformarse en auténtico y verdadero servidor del pueblo. Para políticos sinceros y honestos, esto no es irrealismo sino un gran desafío.
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Un líder debe sacrificarlo todo por el bien común.
Un líder debe respetar para ser respetado. El respeto en todas sus formas, al otro, es sagrado.
Un líder debe trabajar por la unidad, el consenso y la armonía entorno y en beneficio de los grandes ideales de la Patria.
Soñemos, anhelemos y trabajemos todos por una Nicaragua donde reine la justicia, la verdad, la libertad y el amor”.
Diócesis Media.