Nicaragua sufre un combate espiritual, padre Uriel Vallejos.

En la memoria litúrgica de San Juan María Vianney, patrono de los párrocos y sacerdotes, el presbítero Uriel Vallejos de la parroquia Divina Misericordia, Sébaco, ha celebrado la Santa Eucaristía, ofrecida por todos los sacerdotes y recordado que “Nicaragua sufre un combate espiritual, donde el sacerdote arde de celo por la verdad y la justicia”.

También ha dicho que de esta condición nace el deseo de llamar a todos los nicaragüenses, a la formación de la conciencia desde los principios evangélicos para que no caigan en las ridiculeces de los detractores de la fe, “que no saben más que provocar asonadas, derramar sangre, quemar iglesias, realizar sacrilegios y por supuesto, negar a Dios y adorar al diablo”.

Reflexión sobre la enseñanza del Santo Cura de Ars:

“La enseñanza que al respecto sigue transmitiéndonos el santo cura de Ars es que en la raíz de ese compromiso pastoral el sacerdote debe poner una íntima unión personal con Cristo, que es preciso cultivar y acrecentar día tras día. Sólo enamorado de Cristo, el sacerdote podrá enseñar esta unión, esta amistad íntima con el Divino Maestro; podrá tocar el corazón de las personas y abrirlo al amor misericordioso del Señor. Sólo así, por tanto, podrá infundir entusiasmo y vitalidad espiritual a las comunidades que el Señor le confía” manifestó.

“Solo así, con este ardor de amor por Cristo, crucificado y ultrajado, pero victorioso, podremos llamar a los pecadores y sacrílegos a la conversión”.

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Concluyó su reflexión pidiendo se ore para que, por intercesión de san Juan María Vianney, Dios conceda a su Iglesia el don de santos sacerdotes, y para que aumente en los fieles el deseo de sostener y colaborar con su ministerio. También ha encomendado esta intención a María, la Inmaculada Concepción, patrona de Nicaragua, para “que pisotee la cabeza al fiero dragón que desesperado busca arrebatar la paz, esa paz que da Jesucristo”.

Redacción: Alexandra Chavarría.

Parroquia Divina Misericordia, Sébaco.