Al cumplirse el primer mes de fallecido del Padre Pablo Espinoza, fieles de la Parroquia San Juan Bautista en Muy Muy, se congregaron para participar de la última Misa Gregoriana en el atardecer del lunes 16 de agosto. El Padre García quien presidió la celebración manifestó: “El Padre Pablo Espinoza, es un Padre que cumplió la voluntad de Dios en la tierra”.
El viernes 16 de julio la Diócesis de Matagalpa lamentaba la pérdida del Padre Pablo Espinoza, un hombre lleno de virtudes, humildad, carisma incomparable y amor a Dios reflejado en su vida sacerdotal, a partir de ese momento el Padre Danny García ofreció 30 Eucaristías llamadas Misas Gregorianas, ofrecidas por el eterno descanso del religioso siguiendo de esta manera el legado del Papa Gregorio Magno que en su momento oró por un monje que había fallecido y necesitaba ser perdonado, estas Misas se ofrecen de manera consecutiva como prenda de salvación por el alma de las personas.
Al iniciar la homilía el Padre García recordó las virtudes que poseía el ya fallecido sacerdote y dio gracias a Dios por todas las bendiciones que recibió en vida y por la oportunidad que tuvo de haber compartido con los fieles de Muy Muy y pidió a los presentes a mantener vivo en sus corazones el recuerdo del religioso.
Un propósito de vida lleno de amor y humildad:
“Las Eucaristías nos tienen que llevar a proclamar a Cristo vivo y resucitado y si es verdad que nos entristece que el Padre ya no está entre nosotros pero debemos de darnos cuenta que Dios le encomendó una tarea muy hermosa al Padre Pablo aquí en la tierra y nos llena de alegría saber que él la cumplió perfectamente, hoy más que llenarnos de tristeza al recordarle digamos: Gracias Señor porque el Padre Pablo logró entender el propósito de su vida actuando con amor y humildad», señaló el religioso.
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“La labor de Jesucristo es acercar a la humanidad hacia él y la eternidad va a consistir en ser llamados ante Dios, después de la muerte no podemos acercarnos a él si aquí en la tierra no lo hemos hecho, bendito sea Dios que el Padre Espinoza a través de su historia de vida se acercó a Dios y se reflejó en el día de su bautizo, primera comunión, confirmación y sin duda alguna el día que lo llamó a su vida sacerdotal, misión que llenó su corazón de tantas enseñanzas y de amor a su pueblo que acompañó durante años”.
Finalizó pidiendo al Señor para que perdone los pecados de la humanidad, que restaure los corazones y les prepare para la vida eterna, e invitó a los presentes a estar atentos a la voz del Señor y a cumplir su voluntad a como lo hizo el Padre Pablo Espinoza.
Redacción: Hilda Bermúdez
Diócesis Media – Parroquia San Juan Bautista, Muy Muy.