La mañana del domingo 15 de agosto en la parroquia Divina Misericordia Sébaco se realizó la Santa Eucaristía en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, el Presbítero Uriel Vallejos explicó el Dogma de la Asunción, manifestando que la Madre de Dios se presenta como modelo de esperanza en los días actuales.
Durante su homilía el Padre Vallejos explicó que el Dogma de la Virgen María es la Maternidad Divina porque la Virgen María es verdadera Madre de Dios, por haber engendrado por obra del Espíritu Santo y dado a luz a Jesucristo, no en cuanto a la Naturaleza Divina, sino a la Naturaleza humana que había asumido.
Explicó que en este contexto de pandemia es bueno experimentar a la Virgen Asunta a los cielos como ejemplo y signo de Esperanza en nuestras vidas: «Hoy se nos invita a contemplar a María en la gloria de Dios y reconocer que ella es la imagen y la garantía de lo que llegaremos a ser un día los creyentes como miembros de la Iglesia«.
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María, la primera en recibir la gloria:
«Son las grandes cosas que celebramos hoy, María es asunta al cielo, pequeña y humilde, es la primera en recibir la gloria más alta. Ella, que es una criatura humana, una de nosotros, llega a la eternidad en cuerpo y alma, y allí nos espera, como una madre que espera que sus hijos vuelvan a casa”, dijo el Padre Uriel Vallejos.
También animó a mirar siempre para arriba, al cielo en donde siempre está la Madre, la Virgen María: «La fiesta de la Asunción es una llamada para nosotros, especialmente para los que están afligidos por las dudas y tristezas, y miran hacia abajo, no pueden levantar la mirada. Miremos hacia arriba, el cielo está abierto, no infunde miedo, ya no está distante, porque en el umbral del cielo hay una Madre que nos espera y es nuestra Madre, nos ama, nos sonríe y nos socorre con delicadeza», finalizó.
Redacción: Brayan Ramírez
Diócesis Media, Parroquia Divina Misericordia, Sébaco.