El padre Vicente Martínez párroco de la parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío, reflexionó que el camino y la llave al cielo es la humildad, así lo dijo durante su homilía del 15 de agosto, día en que se celebró la Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María.
El presbítero explicó que la liturgia del día invita a tener la mirada puesta en el cielo y que el Santo Evangelio narra la visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel con actitud de servicio y humildad, siendo esa la actitud de los discípulos de Cristo, por lo tanto esa tiene que ser la actitud de los Cristianos.
También enfatizó que la Virgen María se convierte en la primera discípula, en el primer sagrario donde habita el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, en modelo también de humildad y de servicio, expresando su alegría con el cántico del magníficat: «Porque ha tomado plena conciencia del significado de las cosas grandes que Dios ha realizado en su vida y por medio de ella se cumple la espera del pueblo de Israel la cual era la liberación de la esclavitud”.
La humildad es el camino al cielo:
“Dense cuenta que el camino para llegar al cielo no es el de la soberbia, el de la autosuficiencia, sino ponerte delante del Señor y decirle como la Virgen María: Yo soy la esclava del Señor hágase en mí según tu palabra, el gran motivo de la grandeza de María y de su fidelidad es la fe”, exhortó el padre Martínez.
Recordó que solo una persona llena del Espíritu Santo puede reconocer las maravillas que Dios ha hecho en la Virgen María: «Es capaz de reconocer la grandeza que Dios hace en el prójimo, la grandeza de Dios al sacar a cualquier persona de cualquier pecado. Sólo los humildes, los sencillos, los pequeños saben que todo poder viene de Dios, María proclama que Dios no deja solos a sus hijos, sino que los socorre con cuidado misericordioso derrocando a los poderosos de sus tronos».
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El poder de Dios enaltece a los humildes
Seguidamente el padre expresó que en este día en que se celebra la solemnidad de la Asunción de María hay que ser humildes: «Todos los cristianos tenemos que ser misioneros, no podemos ser indiferentes ante el sufrimiento humano, tenemos que reconocer y darnos cuenta que la llave del cielo, la llave del éxito del cristiano, es la humildad”.
«La Virgen María enseña a confiar en el Señor a pesar de todo, a pesar de tantos problemas, a pesar de que no hay para Nicaragua una luz que brilla en la oscuridad, los cristianos como la Virgen María tienen que confiar en Dios«, invitó el presbítero Vicente.
Redacción: Heather Ríos
Diocesis media – parroquia Santa Lucía, Darío.