Bajo la intercesión de San Francisco de Asís este domingo 04 de octubre la Parroquia San Juan Bautista Muy Muy, abrió sus puertas a los feligreses, luego de permanecer seis meses en cuarentena voluntaria. Con alegría y devoción los fieles participaron en la Eucaristía de acción de gracias por la bendición de estar en la casa del Señor, la liturgia fue presidida por el Padre Danny García, párroco.
Los parroquianos acudieron al templo con una hora de anticipación para cumplir con lo que establece el protocolo. “En la misa de hoy domingo se observó la aceptación y disposición de las personas de volver al templo y sobre todo el comportamiento de los hermanos que con mucha voluntad practicaron las medidas de prevención que nos benefician a todos”, detalló el señor Irving Ríos del Equipo de Protocolo.
Fecha significativa para los fieles:
El 04 de octubre será sin duda una de las fechas más significativas para los fieles, porque se reunieron como una gran familia y lo más importante es el reencuentro con Jesús. “La reapertura de nuestro templo me llena de felicidad ya que anhelaba poder escuchar y vivir la Palabra de Dios. En mi corazón hay gozo, hay alegría ya que recibiré el cuerpo de Cristo”, manifestó la señora Ulda Castellón.
Al iniciar la Eucaristía el Padre García compartió su alegría de ver a los fieles, les dio la bienvenida y les exhortó a continuar practicando las medidas necesarias en sus hogares y al momento de asistir a la liturgia, porque la pandemia no ha finalizado y nadie tiene que pasar por desapercibida la situación que vive el país. En ese mismo momento pidió la intercesión a San Francisco de Asís para que en las familias reine la esperanza y la alegría espiritual.
En la homilía se refirió a Francisco de Asís, como un modelo de hermandad, solidaridad y caridad. “Hermanos necesitamos tomar el legado de San Francisco para ser personas solidarias, personas que garanticen amor con los demás y con esto conseguiremos que Jesús llene los vacíos que hay en nosotros, al igual que Francisco pidamos a Dios por nuestra conversión para que cada día estemos más cerca de él”.
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¿Qué frutos traemos ante el altar del Señor?
“Este tiempo de pandemia nos ha ayudado a estar más cerca del Señor a través de la oración y en este día le traemos testimonios, la solidaridad con los más necesitados, personas enamoradas de la Eucaristía, personas que confían en Dios y hoy ustedes muestran la alegría de recibir el cuerpo y la sangre de Cristo. Es bonito ver a quienes han aprendido a amar al Señor, también recordamos a aquellos que han crecido en la fe y con estos frutos nos damos cuenta que estamos llamados a dejar atrás los frutos amargos para ser frutos dulces ante el Señor”, finalizó.
Redacción: Hilda Bermúdez.
Diócesis Media, parroquia San Juan Bautista, Muy Muy.