Con la Eucaristía presidida por el padre Vicente Martínez, la parroquia Santa Lucía en ciudad Darío, celebró a Santa María Rosa Mística el lunes 13 de julio, si no fuese por la pandemia que causa cada vez más víctimas mortales en nuestro país, centenares de fieles se hubiesen congregado en el templo para vivir la santa Misa y posteriormente un momento de adoración a Jesús Sacramentado.
“Para Dios no hay nada imposible”, recordó en la Parroquia Santa Lucía durante la homilía el padre Vicente Martínez, añadiendo que esta festividad mariana, recuerda el llamado de la Virgen como un mensaje que anuncia la verdad para el mundo actual, que está en una época de sufrimiento pero no ha dejado de confiar en la gracia del Señor.
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En esto punto subrayó que Nuestra Señora en la anunciación demuestra que su libertad está totalmente disponible para hacer la voluntad de Dios, “a María le ayudó la fe obediente, quien asumió el reto de ser la madre de Dios y a la vez nuestra madre. María es la Virgen orante y de escucha, ella eleva a su Dios un cántico que es muy conocido por nosotros, El Magníficat: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava”.
«Dios se filtra en lo cotidiano, en lo que socialmente no cuenta, en la vida diaria de las mujeres, principalmente las pobres, las desposeídas. Es por ello que la Iglesia jamás va a apoyar algo que vaya en contra de la dignidad de la persona, como el aborto y la eutanasia”, indicó el cura parroco de la Parroquia Santa Lucía en ciudad Dario.
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Finalizó su mensaje explicando que la Virgen sigue diciendo que no “estamos solos, pero no nos olvidemos de llevar el mensaje de Cristo, en nuestra vida cotidiana, en casa, en el trabajo, en el campo y la ciudad”.