“La Paz y el Perdón en las familias nicaragüenses”. Monseñor Rolando Alvarez en Misa de Nochebuena

Un llamado a ser constructores de paz y al perdón en las familias, hizo Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, durante la Santa Misa de Nochebuena, que presidió la noche del 24 de diciembre 2020, en la Iglesia Catedral San Pedro de Matagalpa.

Inspirado en el saludo del Ángel a los pastores la noche Santa de Navidad: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”, el Prelado dijo que ese anuncio es una invitación a glorificar a Dios y a aceptar el don de la Paz: “En este verso de las escrituras podemos entender que la única forma de acoger al hijo de Dios que se hace Niño es glorificándolo y construyendo como hombres de buena voluntad, La Paz. Un anhelo de paz es el proyecto de Dios para la humanidad y para Nicaragua”.

Aquí dijo que la vocación natural de la sociedad es la Paz, la humanidad esta hecha para La Paz, que como don de Dios traspasa, supera los miedos, ansiedades, incertidumbres, dudas, miedos y temores que se puedan alberga en la familia y en la nación. “La Paz en el corazón no es más que La Paz interior con el prójimo y con uno mismo, no es un sueño inalcanzable, es posible”.

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“Dios mismo mediante la Encarnación de su hijo nos da la oportunidad de tener un corazón nuevo, un corazón pacificado, para alcanzar La Paz interior. La Paz da libertad para decir: no a la venganza, reconocer las propias culpas y aceptar las disculpas. El príncipe de la Paz ha venido a cambiar la historia y la vida cambia, porque cuando Jesús cambia el corazón, ya no se es incapaz de perdonar”, indicó.

Paz en la familia:

“Más vale un trozo de pan seco en Paz, que una casa bien abastecida donde hay peleas: ‘Pacificar la casa, la familia, hay tristeza en las familias, muchas luchas y desuniones’, lamentó una vez el Papa… La realización de la Paz depende del reconocimiento que todos somos en Dios una sola familia, el camino para la realización de la Paz en la familia, pasa por el respeto a la vida humana, por la no violencia, por el respeto al otro, por el respeto e incluso al bien del otro”.

“Las familias necesitamos vivir una pedagogía del perdón, pensamiento, palabras y gestos de paz. El mal se vence con el bien, con gestos amables, y el perdón se logra imitando a Cristo en la Cruz”, aseguró.

Finalmente animó a pacificar los conflictos de familia, en este tiempo, y convertirse en artesanos de paz, superando los conflictos en las familias, por nuestra Nicaragua que tanto nos duele, viendo al niño frágil para sanar tantos corazones heridos en la patria, “Cristo es nuestra paz, doblemos las rodillas ante Dios que todo lo puede para obtener ese don que los Ángeles anunciaron, el don de la Paz. Oremos sin cesar para poder ser constructores de paz”.

Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.

Diócesis Media.