“Tenemos que reflexionar, orar y suplicar al Señor”, Presbítero Raúl Francisco Villegas

El Presbítero Raúl Francisco Villegas, religioso Misionero Serviam, realizó este domingo XXVII tres celebraciones Eucarísticas durante el domingo con el fin de guardar la salud de los feligreses de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Matiguás, evitando de esta manera las aglomeraciones. Durante la liturgia el religioso se dirigió a los presentes expresando: “Tenemos que reflexionar, orar y suplicar al Señor”.

Al iniciar preguntó a sus fieles como han pasado durante la última semana, después de tener a varios fallecidos en la ciudad de Matiguás, al ver tantas personas expuestas al contagio del virus, el sufrimiento de algunas personas porque no saben de sus familiares que están luchando por conseguir el sueño americano, ante estas situaciones pidió a los fieles a unirse en oración y pedir fortaleza por todas estas familias que están pasando dificultades.

Presbítero Raúl Francisco Villegas

“Lo que Dios unió que no lo separe el hombre”: 

“Hermanos la primera lectura y el Evangelio hablan de lo mismo: El Matrimonio, a nuestro Señor le preguntan que si él aprueba el divorcio; lo quieren comprometer con sus palabras, aquello era una trampa y recurre Jesús al origen del matrimonio, ¿Dónde comienza? ¿Quién lo inventó?, ¿Cómo debería de ser el matrimonio? Y por eso  la primera lectura que escuchamos hoy; Jesús responde:  Moisés prescribió esto, debido a la dureza de Corazón de ustedes, por eso lo que Dios unió que no lo separe el hombre, es aquí donde está el núcleo del mensaje de este domingo: hay leyes humanas y leyes divinas. En la doctrina católica no existe el término divorcio si existe la nulidad matrimonial que significa que nunca hubo matrimonio que es muy diferente”, explicó el religioso.

“Muchos católicos quisieran que, así como se dan las cosas en el mundo civil así se dieran las cosas en la Iglesia Católica y esto del matrimonio es sólo un ejemplo, hablar de la indisolubilidad de matrimonio no es lo único, hay muchos temas que también podemos tocar, por ejemplo: la vida, la procreación, el nacimiento y la enfermedad”, agregó.

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“Y en algunas ocasiones nos podemos preguntar: ¿Por qué la Iglesia católica no permite el divorcio? Dicho de otra forma, porque la Iglesia Católica prohíbe esto, existen personas que muchas veces fingimos demencia y dicen se me olvidó, si a alguien no le gustan las leyes de la Iglesia entonces reclámenle a Dios. Yo le pregunto a usted: ¿Cuál es la ley suprema que rige su vida? ¿Es la ley de Dios o la ley civil? ¿Cuál es el designio de Dios? Es por eso que Jesús nos aconseja al final del Evangelio hacernos como niños, confiarnos en las manos de Dios”, finalizó el sacerdote.

 Redacción: Hermana Guadalupe de los Ángeles, religiosa Misionera Serviam.

Diócesis Media- Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Matiguás.