La luz de Cristo dispersa las tinieblas del mal y la ignorancia, presbítero Uriel Vallejos

El presbítero Uriel Vallejos párroco de la parroquia Divina Misericordia en Sébaco, con la Santa Eucaristía celebró la fiesta del bautismo de Señor con la cual se concluye el tiempo litúrgico de Navidad que es un tiempo de luz, la luz de Cristo que, como nuevo sol apareció en el horizonte de la humanidad y que dispersa las tinieblas del mal y de la ignorancia.

Durante su mensaje manifestó que celebrar la fiesta del Bautismo de Jesús, es celebrar al Niño, al Hijo de la Virgen, a quien se contempló en el misterio de su nacimiento: «Le vemos hoy adulto entrar en las aguas del río Jordán y santificar así todas las aguas y el cosmos entero. Pero ¿por qué Jesús, en quien no había sombra de pecado, fue a que Juan le bautizara?, ¿Por qué quiso realizar ese gesto de penitencia y conversión junto a tantas personas que querían de esta forma prepararse a la venida del Mesías?, ese gesto que marca el inicio de la vida pública de Cristo se sitúa en la misma línea de la Encarnación, del descendimiento de Dios desde el más alto de los cielos hasta el abismo de los infiernos», así lo expresó el padre Vallejos.

El bautismo de Jesús:

El  Padre Vallejos en su homilía recalcó que el bautismo de Jesús, se trata de una verdadera manifestación de la Santísima Trinidad, que da testimonio de la divinidad de Jesús, de su ser, el Mesías prometido: «Aquel a quien Dios ha enviado para liberar a su pueblo, para que se salve, se realiza así la profecía de Isaías que hemos escuchado en la primera Lectura: el Señor Dios viene con poder para destruir las obras del pecado y su brazo ejerce el dominio para desarmar al Maligno; pero tengamos presente que este brazo es el brazo extendido en la cruz y que el poder de Cristo es el poder de Aquel que sufre por nosotros: este es el poder de Dios, distinto del poder del mundo; así viene Dios con poder para destruir el pecado.

La luz de Cristo dispersa las tinieblas del mal y la ignorancia, presbítero Uriel Vallejos
La luz de Cristo dispersa las tinieblas del mal y la ignorancia, presbítero Uriel Vallejos

Nuestro Padre manifestaron y testimonia ron la fe:

«Queridos hermanos, nuestros padres cuando decidieron sumergirnos en las aguas bautismales, manifestaron y testimoniaron la fe que es demostrar ante la comunidad la alegría de ser cristianos y de pertenecer a la Iglesia, es la alegría que brota de la conciencia de haber recibido un gran don de Dios, precisamente la fe, un don que ninguno de nosotros ha podido merecer, pero que nos ha sido dado gratuitamente y al que hemos respondido con nuestro «sí». Es la alegría de reconocernos hijos de Dios, de descubrirnos confiados a sus manos, de sentirnos acogidos en un abrazo de amor, igual que una mamá sostiene y abraza a su niño», expresó el Padre Uriel Vallejos.

El camino de la fe se funda por ello en una certeza, en la experiencia de que no hay nada más grande que conocer a Cristo y comunicar a los demás la amistad con Él; sólo en esta amistad se entreabren realmente las grandes potencialidades de la condición humana y podemos experimentar lo que es bello y lo que libera. Quien ha tenido esta experiencia no está dispuesto a renunciar a su fe por nada del mundo.

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Celebrar esta fiesta es traer a la memoria el papel fundamental de los Padres y Padrinos:

Por otro lado, el Padre Uriel enfatizó que celebrar esta fiesta del Señor, es traer a la memoria el papel fundamental que juegan los padres y padrinos, cuya responsabilidad es sostener y ayudar en la obra educativa de los padres, estando a su lado en la transmisión de las verdades de la fe y en el testimonio de los valores del Evangelio, en hacer crecer en los niños una amistad cada vez más profunda con el Señor.

Finalizó su homilía expresando que sumergidos en las aguas bautismales que hoy se recuerdan, permite que Cristo viva en cada uno de sus hijos, que sean cristificados, permite que todos vivan unidos a él, para colaborar en la Iglesia, cada uno según su condición, en la transformación del mundo, de los lugares donde se encuentre, recibido solo una vez, el baño bautismal ilumina toda la vida, guiando los pasos hacia la Jerusalén del Cielo.

Redacción: Alexandra Chavarría

Fotografía: Brayan Ramirez

Diócesis Media parroquia Divina Misericordia Sébaco.

La luz de Cristo dispersa las tinieblas del mal y la ignorancia, presbítero Uriel Vallejos