«Ustedes y yo, somos responsables del viñedo» padre Sebastián López

“Jesús nos habla desde la cotidianeidad, poniendo esta vez una viña, para que se le comprenda mejor lo que quiere transmitir”, expresó el Presbítero Sebastián López al presidir la Santa Eucaristía dominical el 04 de octubre, en la reapertura de los templos de la Diócesis de Matagalpa, donde iluminado por el Evangelio proclamado señaló que “ustedes y yo somos responsables del viñedo”.

Refiriéndose a los padres de familia, les dijo que sus hogares, su , son un viñedo,  luego los  cuestionó: “¿Cómo lo están cuidando? ¿Cómo está cultivando usted ese amor de padre y de madre? ¿Qué les está inculcado a sus hijos?”

Continuó diciendo que todas las responsabilidades se convierten en viñas, en esto explicó: “Yo como párroco tengo mi viña al ser responsable de esta comunidad cristiana, y de manera personal también las tengo”.

¿Cómo estás trabajando tú viña?

“¿Eres egoísta, injusto o vives al yo que pierdo? ¿Sabes que te van a pedir cuentas de tu viña?”, indicó para hacer ver que las responsabilidades de la vida hay que tomarlas con seriedad, para que el actuar pueda ser verdadero. Mencionó también, que resulta difícil y muchas veces doloroso el ser enviado una y otra vez a la viña del Señor; pero dejó en claro que se deben dejar llevar por la luz del Evangelio y doblar rodillas.

El párroco Sebastián López  agregó que “la resistencia y las contradicciones con las que nos encontramos al ser enviados a la viña del Señor, pueden mermar  y debilitar nuestra iniciativa”. En esto  recordó que Jesús también se había encontrado con incomprensiones, descalificaciones y que el ser humano, no es más grandes que el maestro.

Retomando las palabras del Papa emérito  Benedicto XVI ha mencionado que hay una progresiva indiferencia hacia la religión, añadiendo que en tiempos del Señor también se había entrado en una injusticia en la sociedad, en la que se ha perdido la dignidad de la  persona, para ello poniendo como ejemplo la realidad actual en Nicaragua, donde están ocurriendo homicidios, violaciones y crímenes atroces, actos cometidos por personas que no son justas, incluso la pandemia que todos “estamos atravesando a nivel mundial, es producto del hombre, de gente poderosa que  se  cree superior a Dios mismo”.

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Para finalizar su homilía hizo un llamado a no desmoralizarse por todas estas causas y  consecuencias injustas del ser humano que atentan contra de la dignidad, a no perder la esperanza, a ser hombres y mujeres  que creen en un Dios que transforma, cura y protege.

Redacción: Pastora Ramírez.
Diócesis Media, parroquia San Juan Pablo ll, Chagüitillo.