La Diócesis de Matagalpa distribuye a partir del 1ero de agosto, productos básicos a tres mil familias pobres, vulnerables y necesitadas de las 28 parroquias que conforman el territorio eclesial.
Semanas atrás también se han repartido paquetes que grupos, movimientos, cofradías, pastorales y las parroquias han elaborado.
El Padre Sadiel Eugarrios, quien coordina junto a los sacerdotes de las parroquias la distribución de los productos , expresó que este es un proyecto a nivel diocesano, “un proceso de tres meses en constante gestión, pero que gracias a Dios se logró concretar a través de la Organización Alimentos para los Pobres, que ayuda a mejorar las condiciones de vida de las familias en distintas partes del mundo y que esta vez ha sido una alianza con la Iglesia Católica en Matagalpa”.
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“La Diócesis ha iniciado este proyecto, en tiempos de pandemia causada por la Coronavirus, viendo la realidad que ha pasado el país con el deterioro de la economía después de la crisis sociopolítica, y ahora la crisis sanitaria, donde han surgido despidos de textileras por la realidad o por asuntos políticos, y alza en los productos que conforman la canasta básica, factores que han encrudecido la pobreza en las familias nicaragüenses.” enfatizó.
Con esta ayuda serán beneficiadas alrededor de 3,000 familias con paquetes que contienen arroz, frijoles, aceite, maseca, cereales, y leche.
La distribución en cada parroquia se hará con la ayuda de los grupos parroquiales y Coordinadores de comunidades rurales que conozcan bien las condiciones de cada familia priorizando las de mayor vulnerabilidad.
El también vicario de la Iglesia Catedral en Matagalpa, refirió que junto a los paquetes también hay donaciones de productos de prevención ante la COVID-19, como alcohol en gel, mascarillas, y protectores faciales, los que son distribuidos en los distintos Dispensarios, Parroquias y médicos independientes que presentan mayor necesidad.
Finalmente resaltó la frase de Madre Teresa de Calcuta: “Nadie es tan pobre que no tenga nada que dar”, haciendo el llamado a unirse a este tipo de obras de caridad, afecto y misericordia con el más pobre, “porque un buen cristiano sabe despojarse de lo que tiene para ayudar al necesitado”.
Familias con extrema necesidad buscan refugio en la Iglesia:
Desde hace algunos años muchas familias de escasos recursos acuden a los diversos templos en busca de alimentos; hasta días antes que las celebraciones fueron suspendidas como prevención ante la pandemia, era notorio que los domingos después de la Misa de diez de la mañana en la Iglesia Catedral muchas personas entre ellos ancianitos, hacían fila para recibir bolsas de productos básicos que los fieles llevaban durante la procesión de ofrendas en la Misa.
La misma experiencia se vive en las sedes parroquiales y comunidades rurales.
Redacción: Enma Martínez y Manuel Antonio Obando Cortedano.