En su homilía del X Domingo del Tiempo Ordinario, el presbítero Vicente Martínez desde la Parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío, compartió que la Iglesia, los cristiano y las familias no se tienen que dividir, porque en Dios se forma la unidad, Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
“Por lo tanto el Señor nos llama a vivir en comunión, a vivir en la unidad, porque nos recuerda que cada uno de nosotros los seres humanos, estamos propensos a dividirnos, más como cristiano, delante del mundo que trata de ponerte trampas y obstáculos en el camino de la fe, siempre tienes que tener puesta la mirada en Jesús”, aconsejó el padre.
El cristiano debe reconocer su pecado:
Además, el sacerdote enfatizó, que el cristiano debe reconocer su pecado, su soberbia y darse cuenta que Dios a un corazón contrito y humillado, nunca lo desprecia: «En cambio hermanos al soberbio, al autosuficiente, al que quiere echarle culpa al otro de sus pecados, de sus errores, el Señor no soporta ese tipo actitudes».
«Jesús nos dice, que el que hace la voluntad de mi Padre, esos son mis hermanos, esa es mi Madre dando a entender que para Jesús la Virgen María era la primera discípula que había escuchado, y puesto en práctica, todos los mandamientos de la Ley y Misericordia de Dios», explicó.
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Seguidamente reflexionó que en el mundo hay católicos que viven una fe a su gusto y dicen: «¿Qué voy a ir a hacer a la iglesia? Sólo cuando necesitan un bautismo, 15 años, boda o misa de cuerpo presente, hasta en ese momento buscan la Iglesia, es ahí donde está la debilidad, en no estar unidos a Cristo».
«Pidamos a Dios que nos liberé de la envidia, de la soberbia, de las calumnias, de la difamación y de la blasfemia contra el Espíritu Santo, porque todo eso no son obras del Señor, por ende, causan división».
Redacción Heather Ríos.
Diócesis Media Radio Santa Lucía, Darío.