“El mundo quiere callar la voz de los pobres”. Padre Vicente Martínez

El padre Vicente Martínez, párroco de la parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío expresó durante su homilía del XXX domingo de tiempo ordinario que el mundo quiere callar la voz de los pobres, quieren callar la voz de la Iglesia, quieren callar la voz del sacerdote.

En la vida vamos a encontrar dos tipos de personas:

Seguidamente en su mensaje compartió que en al vida se encuentran dos tipos de personas: “Los que te quieren callar para que no digas lo que sentís y aquellos que te animan para que vaya donde Jesús. En el camino de la vida mucha gente te va a decir: ¿para qué vas a seguir orando, para qué va a seguir yendo a Misa, para qué vas a seguir yendo a la iglesia? Ahí vas a perder el tiempo, mucha gente hermanos que hizo callar al ciego Bartimeo, pero hay mucha gente que te va a animar y te va a decir vaya, él le llama, ánimo», explicó el padre.

“El mundo quiere callar la voz de los pobres”. Padre Vicente Martínez

Hoy no se escucha el clamor de muchos:

El Padre hizo énfasis en que hoy no se escucha el clamor de muchos: «Están contentos, sordos al clamor de tanta gente que necesita salvación, que necesita la ayuda de Jesús, necesita la ayuda de la Iglesia, esta gente egoísta que vive para sí misma, es incapaz de escuchar”, expresó.

Padre Vicente Martínez

También dijo que esa gente que cuida sólo sus intereses personales, sus intereses partidarios, sus intereses económicos, son como este hombre que quieren callar al ciego, que dice el Evangelio que le dijeron cállate nos estorbas.

Para Jesús valemos su sangre:

Seguido el padre explicó que el Señor le dice a cada uno de sus hijos, que para él valen su sangre: Le dice a todas las personas que se sienten descartadas, que no son valoradas, que no son tomadas en cuenta que ellos valen la sangre de su hijo y por lo tanto frente al mundo que quiere callar la voz del pobre, la voz de la Iglesia, de los cristianos, al respecto el padre Vicente agregó tambien que Jesús sigue insistiendo que no nos callemos, que no callemos el mal porque si nosotros callamos, podríamos ser cómplices”.

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Concluyó diciendo que el grito del pobre es incómodo: «No nos gusta, son millones que gritan, ¿Quiénes son esos que gritan? Los emigrantes, los presos, la gente sin trabajo, sin dinero, sin casa, sin techo, sin tierra, gente que no recibirán un signo de amor porque no se les escucha, gente exiliada, gente que quisiera gritar que las cosas no están bien”.

Redacción: Heather Ríos

Diócesis media parroquia Santa Lucía – Darío.