6 nuevos Diáconos y nombramiento de Vicario General en la Diócesis de Matagalpa

Monseñor Rolando José Alvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, presidió la Santa Misa en la que 6 jóvenes fueron ordenados Diáconos, en la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo, en la Iglesia Catedral San Pedro, Matagalpa, la mañana del martes 29 de junio, acompañado por el Clero Diocesano, y seminaristas que cursan las diversas etapas de la formación.

Los 6 Diáconos son:

Padre Alvin Cortedano Barrera, originario de la parroquia San Pedro Catedral.

Padre Jalmar Ezequiel Carballo Aráuz, de la parroquia San Dionisio.

Padre Anibal Manzanares Tinoco, de la parroquia San José Obrero, El Tuma.

Padre Pedro Antonio Perez Díaz, de la parroquia San Dionisio.

Padre Pedro Theodoro Díaz Rodriguez, de la parroquia San José en Matiguás.

Padre Gerónimo Tercero Cruz, de la parroquia San Pedro Catedral.

Durante la celebración el Obispo anunció que el nuevo vicario general de la Diócesis de Matagalpa es Monseñor Oscar José Escoto Salgado, luego que el 26 de junio, Monseñor Isidoro Mora, quien ejercía ese servicio, fue consagrado y tomó posesión como ll Obispo de la Diócesis de Siuna, en la Costa Caribe Norte.

Datos del nuevo vicario general:

Monseñor Oscar Escoto, es párroco de la parroquia Santa María de Guadalupe en Matagalpa, y fue ordenado sacerdote el 24 de noviembre del año 2012. Ha ejercido como párroco en la parroquia San Juan Pablo ll en Chagüitillo, entre otros servicios en la Diócesis.

El vicario general, según los cánones del Código de Derecho Canónico, ayuda al Obispo en el gobierno de toda la Diócesis, orientado siempre a la realización del misterio de la salvación.

Monseñor Oscar Escoto

Homilía:

En su mensaje a los Diáconos explicó que quien no abraza la Cruz de cada día y le sigue no es digno de Cristo, por lo tanto, la confesión de Pedro y “ahora la nuestra”, es la que sostiene a la Iglesia: “Tú eres el mesías, el hijo de Dios vivo”. Por lo tanto, hoy toda la Iglesia universal con Pedro proclama: “Tu eres el Mesías, el hijo de Dios vivo”, en él “ponemos toda nuestra esperanza”.

Labor del Diácono:

“El diácono confortado con la gracia sacramental, en comunión con el Obispo y el presbiterio sirve al pueblo de Dios en la liturgia, en la palabra y en la caridad. Es su oficio propio, según le fuera asignado, administrar el Bautismo, asistir al Matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer las sagradas escrituras a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacraméntales, presidir el Rito de los funerales y sepultura”, indicó Monseñor Alvarez.

Nuevos Diáconos en la Diócesis de Matagalpa

Asimismo, mencionó que el Evangelio que proclama el Diácono no le pertenece, es la palabra de Dios, es una palabra “que nos supera totalmente, nos sobrepasa, que dice lo que Dios quiere decir a su pueblo, a veces tenemos que decirla aunque nosotros no queramos porque es palabra de Dios y no nuestra”.

Poder de la palabra de Dios:

“La palabra de Dios que inquieta la Paz de muchas conciencias, que corta por lo sano cualquier tergiversación que se quiera hacer de ella, cualquier evasiva, cualquier confusión, y sabe llegar a los corazones más endurecidos, más petrificados, más momificados como diría el Papa Francisco, la palabra de Dios que es más cortante que una espada de doble filo”.

Instó a la fidelidad a la oración, a la celebración Eucarística diaria, al rezo del Santo Rosario y a la liturgia de las horas, manteniendo un intenso y amoroso diálogo con Dios uno y trino, orando por “nuestra Diócesis, por Nicaragua y por el mundo entero”.

Iglesia Diocesana se prepara para segundo Sínodo:

Finalmente los encomendó a la amorosa protección de la Virgen María, Nuestra Señora de la Merced, esclava del Señor, fiel en cada instante, fiel junto a la Cruz para que les sostenga “y nos sostenga a esta Iglesia Diocesana que desde ya se prepara para su segundo sínodo Diocesano, en una nueva efusión del Espíritu Santo”, para proclamar que Cristo vive, y vive por los siglos de los siglos. Amén.

En su mensaje a los Diáconos explicó que quien no abraza la Cruz de cada día y le sigue no es digno de Cristo, por lo tanto, la confesión de Pedro y “ahora la nuestra”, es la que sostiene a la Iglesia: “Tú eres el mesías, el hijo de Dios vivo”. Por lo tanto, hoy toda la Iglesia universal con Pedro proclama: “Tu eres el Mesías, el hijo de Dios vivo”, en él “ponemos toda nuestra esperanza”.

Labor del Diácono:

“El diácono confortado con la gracia sacramental, en comunión con el Obispo y el presbiterio sirve al pueblo de Dios en la liturgia, en la palabra y en la caridad. Es su oficio propio, según le fuera asignado, administrar el Bautismo, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer las sagradas escrituras a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacraméntales, presidir el Rito de los Funerales y sepultura”, indicó Monseñor Alvarez.

Asimismo, mencionó que el Evangelio que proclama el Diácono no le pertenece, es la palabra de Dios, es una palabra “que nos supera totalmente, nos sobrepasa, que dice lo que Dios quiere decir a su pueblo, a veces tenemos que decirla aunque nosotros no queramos porque es palabra de Dios y no nuestra”.

“La palabra de Dios que inquieta la Paz de muchas conciencias, que corta por lo sano cualquier tergiversación que se quiera hacer de ella, cualquier evasiva, cualquier confusión y sabe llegar a los corazones más endurecidos, más petrificados, más momificado como diría el Papa Francisco, la palabra de Dios que es más cortante que una espada de doble filo”.

Instó a la fidelidad a la oración, a la celebración Eucarística diaria, al rezo del Santo Rosario y a la liturgia de las horas, manteniendo un intenso y amoroso diálogo con Dios uno y trino, orando por “nuestra Diócesis, por Nicaragua y por el mundo entero”.

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Finalmente los encomendó a la amorosa protección de la Virgen María, Nuestra Señora de la Merced, esclava del Señor, fiel en cada instante, fiel junto a la Cruz para que les sostenga “y nos sostenga a esta Iglesia Diocesana que desde ya se prepara para su segundo sínodo Diocesano, en una nueva efusión del Espíritu Santo”, para proclamar que Cristo vive, y vive por los siglos de los siglos. Amén.

Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.

Fotografías: Sergio José Cárdenas.