La familia Ramírez Rostran, miembros de la Renovación Carismática en la parroquia San Juan Bautista, Matagalpa, viven juntos una hermosa experiencia de fe como Iglesia doméstica, que también ha pasado por momentos difíciles, como el haber sufrido en junio, tres de sus seis miembros la pandemia de la COVID-19.
Relatando la experiencia con la pandemia, la madre de la familia explica que su esposo y dos de sus hijos, el 12 de junio fueron diagnosticados con COVID-19, iniciaron tratamientos pero el señor Carmen Ramírez, (cabeza de familia), se complicó por ser un paciente crónico que enfrenta diabetes.
Al mismo tiempo relata que al avanzar los días su hija Alondra agravó tanto, al punto de perder la esperanza y decirles en medio de la enfermedad: “Mamá me doy por vencida, no quiero más tratamiento, no quiero nada’’.
“Como madre de familia y esposa me puse triste, desesperada, angustiada pero no podía demostrar mi preocupación frente a ellos que ya estaban muy agobiados, tenía que apoyarlos psicológicamente, reflexionar en medio de mi preocupaciones y animarme, por eso pensé: No es posible que una mujer de fe, servidora y conocedora de la palabra de Dios se de por vencida”, comenta.
La oración como fuente de esperanza y Sanación:
Luego de vivir y enfrentar días de mucho sufrimiento y calvario atendiendo a los tres miembros de su familia con COVID-19, esta esposa entregada a sus seres queridos asegura que empezó a orar con mayor insistencia, a ofrecer ayunos, vivir la santa Misa con mucha esperanza a través de los medios de comunicación, a recibir el consuelo de los hermanos del grupo que desde sus casas también rezaba y oraban, “todo esto para mí resultó ser una gran fuerza que me ayudó a vivir y sufrir cada día con mi esposa e hijos, quienes semanas después han superado la enfermedad y ahora se encuentran recuperados”, cuenta con mucha alegría.
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Desde hace más de 18 años esta familia persevera en la fe, y animan a confiar en Dios y estar juntos al pie de la Cruz como la Virgen Santísima aunque las tribulaciones sean fuertes.
Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.