En la Santa Eucaristía del XXIX domingo del tiempo ordinario, Fray Ignacio Urbina de la parroquia San Pedro – Ciudad Darío, reflexionando sobre el Evangelio de San Mateo donde explicó que la moneda del César es oro, la de Dios es la humanidad, y por lo tanto, el ser humano debe dar su riqueza material al César, pero reserva a Dios la inocencia única de su conciencia, donde se contempla a Dios.
Agregó que “el César, en efecto, ha impreso su imagen en cada moneda, pero Dios ha escogido al hombre, que él ha creado, para reflejar su gloria, se devuelve a Dios el alma iluminada e impresa por la luz de su rostro, en efecto, Cristo habita en el interior del hombre», manifestó.
En esto punto Fray Urbina preguntó a la feligresía que participaba de la Santa Eucaristía: “¿Qué te pide el César? Su imagen. ¿Qué te pide Dios? Su imagen. Pero la del César está en la moneda, la de Dios está en ti. Si alguna vez pierdes una moneda, lloras porque perdiste la imagen del César; ¿y no lloras cuando, adorando un ídolo, sabes que estás destrozando la imagen de Dios que hay en ti?» (Cf Sermón 113,A,7-8)», expresó.
Insistió en la pregunta de ¿Y qué es lo que pertenece a Dios? ¿En dónde está impresa su imagen?, manifestando que todo, porque también el César, es decir, la autoridad, que nunca está solamente más allá de cada uno para servir al pueblo, sino que con cada uno y con el pueblo, está «bajo el Cielo», bajo la mirada de Dios, teniendo como puntos referentes de la propia actuación, la naturaleza y la razón.
El hombre y la asistencia del Espíritu Santo:
También hizo énfasis en que el hombre tiene la luz del Espíritu Santo en su conciencia, es deber vinculante a su salvación descubrir la verdad, el derecho, lo justo, lo auténtico, el amor que asegura el bien de la criatura humana, es decir la imagen de Dios en la criatura humana, a través del discernimiento debe identificar el movimiento del amor de Dios en la historia y colaborar hacia un Estado de derecho, para ir acrecentando el Reinado de Dios.
Reflexión del papa Benedicto XVl, urgente para todo ciudadano:
Continuó con su reflexión citando las siguientes palabras del Papa Benedicto XVI en su visita al Parlamento federal, en Berlín: «Quita el derecho y, entonces, ¿qué distingue al Estado de una gran banda de bandidos?», dijo en cierta ocasión San Agustín: Nosotros, los alemanes, (…) hemos experimentado cómo el poder se separó del derecho, se enfrentó contra él; cómo se pisoteó el derecho, de manera que el Estado se convirtió en el instrumento para la destrucción del derecho; se transformó en una cuadrilla de bandidos muy bien organizada (…)Servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia es y sigue siendo el deber fundamental del político». En un momento histórico de nuestra Patria, estas palabras del Papa se convierten en un deber particularmente urgente para todo ciudadano.
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Finalizó su homilía pidiendo a cada hermano a mirar el mandamiento de amor que Cristo ha dado en la misma comunión con la vida divina; ser promotores auténticos de los «derechos de Dios», sin relativismos ni anarquías, sino conscientes de la única verdadera dependencia que anima y sostiene toda la realidad: la dependencia de Dios, Creador y Redentor.
Redacción: Harry Castellón y Fray Jose Ignacio Urbina Delgado O.F.M.
Diócesis Media, parroquia San Pedro, Darío.