“La luz que no nace del fuego es falsa, y el fuego sólo lo da el pueblo cuando descubre a hombres y mujeres que lejos de buscar sus propios intereses, buscan desinteresadamente el bien común”, dijo Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, al final de su homilía el domingo 13 de diciembre 2020, en la Iglesia Catedral San Pedro, donde inspirado por el Evangelio del día, recordó que Juan el Bautista llega a dar testimonio de la luz, por lo que también el Prelado indicó que es muy peligrosa esa ansia de brillar, cuando se debe arder y consumir todas sus energías a favor de los más desfavorecidos.
Aquí el mensaje:
“Cuántos mesianismos en la historia de la humanidad. Cuantos mesianismos en la historia de Nicaragua, particularmente en estos momentos tan difíciles. Cuánta presunción en algunos líderes, cuántos deseos, ambiciones y ansias de brillar, aunque no ardan. La luz que no nace del fuego es falsa y el fuego sólo lo da el pueblo cuando descubre a hombres y mujeres que lejos de buscar sus propios intereses, buscan desinteresadamente el bien común, el bien de las mayorías.
Triste es ver cómo algunos se han querido presentar como “el mesías”, mareados por quienes los adulan o por quienes les hacen pensar que lo son y que fuera de ellos no hay opción. No se dan cuenta que en realidad entre menos desees brillar, tanto más verdadera luz serás. En vez de escuchar las célebres palabras: yo no soy el mesías, lo que se entiende escuchar son las desafortunadas palabras: yo soy el mesías.
Actualmente es muy peligrosa esa ansia de brillar, cuando se debe arder y consumir todas sus energías a favor de los más desfavorecidos, de los más vulnerables, de los de la periferia. No se preocupen por ser vistos porque éso es perder el tiempo. Gánenlo sabiendo que nadie es digno de desatarle las correas de las sandalias a los pobres, porque de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos”.
Que la obras del Señor resplandezcan en la vida:
También instó a los fieles a hacer que las obras del Señor puedan resplandecer en la vida, sin buscar nunca iluminar uno mismo, sino que sea Cristo que ilumine a los demás a través de cada quien, tal y como lo ha dicho Juan el Bautista en el Evangelio del tercer domingo de Adviento, conocido como Gaudette o domingo de la alegría por acercarse la Navidad.
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Monseñor Rolando Alvarez alentó a continuar en el camino de la conversión sin caer en la frialdad, porque la conversión es tener un corazón abierto, mantenerlo siempre abierto a los demás, reconciliado con los demás, perdonando a los demás, ofreciéndole una nueva oportunidad: “Que esta Navidad que ya se aproxima nos encuentre con un corazón ya preparado, ya convertido, y preguntémonos hoy: “¿Qué paso más debo dar en este proceso de conversión? ¿Con quién tengo que hacer las paces? Como la Virgen Santísima, que ayer celebramos en el misterio de Nuestra Señora de Guadalupe, quien salió presurosa a la montaña, al encuentro de su prima Isabel, así nosotros salgamos presurosos al encuentro de ese hermano o hermana”.
Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.