Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, presidió el 8 de diciembre, la Santa Misa en la Solemnidad a la Inmaculada Concepción de María, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol, donde niños recibieron el sacramento de la Primera Comunión, y agradeció a Dios por el “Año de San José”, proclamado por el Papa Francisco.
Explicó que el Sumo Pontífice, esta mañana al publicar su Carta Apostólica, Patris corde (Con corazón de padre), ha proclamado que del 8 de diciembre del año 2020 al 8 de diciembre del 2021, la Iglesia Universal vive el “Año dedicado a San José”, recordando el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal. Aquí hizo mención de tantos hombres y mujeres que desde el silencio como el padre adoptivo de Jesús van donando su vida por construir un mundo, un país mejor, en paz y justicia.
También saludó a los niños de Primera Comunión que en las 28 parroquias de la Diócesis se distribuyen en grupos pequeños, en todas las Misas de este día y otras fechas especiales, para recibir por primera vez el Cuerpo y la Sangre Cristo, siendo hoy una de las fechas más bellas del año.
Pedir una gracia a la Inmaculada:
En su mensaje animó a los niños y a los participantes en el templo y por los medio de comunicación, a pedirle una gracia a la Virgen Santísima, la gracia de tener un corazón limpio, y “verán que la Virgen Santísima nos ayudará a obtener ese corazón que todos necesitamos”.
“Que nadie se deje engañar por el demonio pensando que se está lejos de conseguir un corazón limpio y puro, pidamos esa gracia y verán que ella nos concederá esa gracia en el Señor”, indicó.
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Tarea a los niños de Primera Comunión:
Sugirió a quienes reciben la Primera Comunión, rezar a partir de hoy todos los días en la noche, antes de dormir, un Ave María a la Virgen Santísima. Asimismo dijo a los padres de familia que ayuden para que sus hijos tengan una imagen de la Virgen Santísima en su cuarto para que ahí recen, “y les aseguro que con ese gesto sencillo ustedes harán una gran obra, profunda, que siempre recordará a los niños durante toda su vida que en ella encuentran consuelo y la salvación de muchos problemas que un día, cuando vayan creciendo, enfrentarán”, concluyó.
Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.