Padre Marvin Muñoz: “No estamos dispuesto a devolver mal por mal”

Lo sucedido recientemente en la Catedral Metropolitana de Managua, con la venerada imagen de la Sangre de Cristo, es un acontecimiento que ha golpeado el corazón de los fieles católicos, que tienen la piedad popular como una parte importante para la vivencia de la Fe, pero ante esto “no estamos dispuestos a pagar mal por mal”, refirió el Padre Marvin Muñoz, vicario de la parroquia San José de Matiguás, al iniciar la Santa Eucaristía, del domingo 2 de agosto, ofreciéndola por el perdón y conversión de las personas que se han visto involucradas en este “acto abominable y sacrílego”.

Padre Marvin Muñoz, vicario de la parroquia San José de Matiguás

 Asimismo expresó la importancia de orar por quienes ocasionaron el incendio. Según el padre Muñoz, la realización de actos como este, muestran las tiniebla espirituales en las que están sumergidos sus actores y añadió: “Pedimos que Jesús y Nuestra Madre Santísima, toquen sus mentes y sus corazones, y que la gracia del Espíritu Santo los convierta en personas de bien”.

 No estamos solos en estas dificultades:

 En la homilía, basándose en la liturgia de este día, manifestó: “Para nosotros que estamos en este mundo rodeado de angustias y confusiones, el Señor nos da una palabra de aliento, de auxilio,  de ánimo y esperanza”, y nos hace una invitación: “Vengan a mí”. “Él, es el único que nos da la razón para seguir viviendo”. 

De la segunda lectura hizo énfasis en la pregunta: “¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?”, De ahí que propuso la importancia de hacer propia esta pregunta en este tiempo crítico que enfrenta la iglesia Católica  en Nicaragua y repitió con firmeza las palabras que el apóstol Pablo menciona en esta lectura, “¿Tribulaciones, angustias, persecuciones, hambre o peligros? Nada podrá separarnos del amor de Cristo”.

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 Importancia de la oración:

 “En el santo Evangelio Jesucristo muestra la importancia de la oración; las personas al igual que Él, deben dedicar un tiempo para la oración en la vida diaria, ya que sin ella sería imposible realizar eficazmente la labor como servidores de Cristo. Jesucristo se compadece al ver a las personas como ovejas sin pastor y por  ello sacrifica su tiempo personal. Para la multiplicación milagrosa necesitó que aportaran cinco panes y dos peces, no porque Él no pudiera realizarlo, sino para enseñar que para cualquier milagro en la vida, las personas deben contribuir con algo”.

“Que el Señor y Nuestra madre Santísima nos fortalezcan y nos hagan personas de bien”, concluyó el Padre Marvin Muñoz .

  Por: Carlos Romero.