Antes de impartir la bendición en la Santa Eucaristía del domingo 30 de agosto, Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, animó seguir orando en medio de la pandemia y participar con fervor en la jornada de Oración y Reparación por nuestra nación que se realiza en la Diócesis de Matagalpa, teniendo por días centrales los jueves, viernes, sábados y domingos: “Cuando se hacen jornadas de oración como estas en que todos estamos unidos en espíritu y verdad, unidos en una misma intención, con una misma plegaría de un pueblo unido en la fe, es donde se manifiesta la fuerza y el poder de Dios, él escucha el clamor de un pueblo que ora en momentos difíciles como este, la Virgen de Fátima que está entre nosotros en silencio como en los Evangelios, acompaña a este pueblo en el silencio” expresó.
Aquí se refirió a que en estos dos meses ha bajado la curva del coronavirus, la respuesta a esto es la oración constante de un pueblo azotado por esta pandemia: “Si el pueblo de Dios no estaría orando, la situación causada por la pandemia sería más dolorosa. Si buscan explicaciones humanas no las encontrarán del porqué estos dos meses bajó la curva. Eleven sus ojos al cielo porque ahí encontrarán la respuesta”. De igual forma invitó a hombre y mujeres a seguir doblando rodillas para que este virus pueda ser destruido con el poder de la oración.
Ante la posible llegada de una segunda ola que según médicos independientes podría llegar en septiembre el prelado llamó a seguir orando, porque el poder del pueblo es la oración.
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Agradece a quienes ayudan para sostener los gastos de los templos:
Desde el inicio de la pandemia del COVID-19 la Santa Iglesia Catedral al igual que todas las parroquias de la Diócesis de Matagalpa llevan alrededor de cinco meses cerradas y celebrando las actividades religiosas a través de las redes sociales, radio y televisión, el Obispo aprovechó para agradecer a los bienhechores que hacen posible con su ayuda económica que dichas parroquias logren salir adelante y sufragar los gastos básicos como la planilla, aquí aseguró que gracias a Dios hasta el día de hoy, ninguno de los apóstoles como le gusta llamarles al personal que sirve en el templo, ha dejado de recibir lo que le corresponde, asimismo instó a ayudar en medio de las limitaciones a las demás parroquias, “como buenos samaritanos ayudemos a sostener materialmente a nuestras Iglesia, es el pueblo de Dios el que mantiene al pueblo de Dios”, concluyó.
Redacción: Enma Martínez.
Diócesis Media, Radio Hermanos.