En el actual contexto de la pandemia de la COVID-19, el uso de la radiografía de tórax sin indicación medica ha sido indiscriminada, pero debemos conocer varios aspectos de este medio diagnóstico, comenzando por saber que la radiografía es poco sensible al inicio de la sintomatología y en los casos leves.
Según “Sociedad Fleischner”, que es una sociedad médica internacional y multidisciplinar de radiología torácica, dedicada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades del tórax, en la declaración de consenso publicada el 7 de abril del presente, discierne que:
“Las imágenes no están indicadas en pacientes con sospecha de COVID-19 y características clínicas leves a menos que estén en riesgo de progresión de la enfermedad”.
“Las imágenes están indicadas en un paciente con COVID-19 y empeoramiento del estado respiratorio”.
“En un entorno de recursos limitados, las imágenes están indicadas para la clasificación médica de pacientes con sospecha de COVID-19 que presentan características clínicas moderadas a graves y una alta probabilidad de enfermedad antes de la prueba”.
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Por lo que generalmente entre el quinto y octavo día del inicio de los síntomas se puede visualizar lo que llamamos “alteraciones reticulares” y “ patrón en vidrio deslustrado”, que es ocupación del espacio aéreo y su alrededor (alveolos e intersticio), generalmente de distribución en las bases de los pulmones y en la periferia, vistos como líneas gruesas e imágenes de aspecto algodonosos.
Posteriormente entre el octavo y treceavo día, las lesiones se pueden hacer más evidentes en ambos pulmones y pueden visualizarse los “consolidados” y el patrón “crazy Paving” de manera parchada y bilateral, que consiste en mayor ocupación de los espacios aéreos de los pulmones por secreciones.
Se habla que posteriormente pueden quedar secuelas, no en todo paciente claro está, como es la “fibrosis pulmonar”, que es una afección en donde el tejido pulmonar cicatriza y se pierde la elasticidad que lo caracteriza identificándose en la radiografía como un panal de abejas, como sombras en anillo definidas y próximas entre sí.
Por lo tanto la radiografía se utiliza para valorar evolución de la enfermedad una vez diagnosticada con prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa), pueden variar las características de la radiografía de paciente a paciente y depende de la evolución y sintomatología, por lo que siempre se recomienda previa visita medica.
Dra. Ivania Gómez M.
Médico general, Especialista en Radiología.