El 2020 ha sido un año con muchos desafíos para toda la humanidad, desde que la COVID-19 empezó a hacer estragos en todo el mundo, y llegando a Nicaragua en el mes de marzo, causando un fuerte impacto al punto de obligar a la Diócesis de Matagalpa e Iglesia nicaragüense a vivir una cuarentena voluntaria que cambió en su totalidad la modalidad del trabajo pastoral, pasando de lo presencial a lo virtual.
Las celebraciones iniciaron a realizarse a través de los medios de comunicación, las reuniones de movimientos y pastorales también, y la formación en el seminario tuvo que someterse a diversos estudios y discernimiento para poder realizarse en línea. Para esto, algunos seminaristas tuvieron que salir de sus casas a vivir la cuarentena y la formación desde diversas parroquias donde tienen mayor acceso a internet.
Con ello no significa que se ha destruido el proceso normal que cada seminarista lleva en el seminario, más bien se intenta con un modo diverso, mantener el ritmo del seminario.
Experiencia en la parroquia Santa Lucía:
En la parroquia santa Lucía ciudad Darío, están albergados nueve seminaristas de las distintas etapas de formación, en unidad se esfuerzan por vivir a profundidad la santa Eucaristía, el rezo de la Liturgia de las Horas, los estudios en línea, el deporte, el santo Rosario, la Lectio Divina, la comunión fraternal y la comunicación con cada una de las familias a las que pertenecen.
Esta manera de vivir la formación, mueve los cimientos de la forma clásica en la que siempre se estuvo haciendo, asimismo cada seminarista, con apoyo del otro cuando conviene oportuno, se ayudan entre sí, esforzándose para dar lo mejor. Colaboran también en la parroquia y junto con el párroco, padre Vicente Martínez, en la nueva vivencia de la fe y la vida comunitaria.
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Este año ha hecho comprender toda una verdad: “El Señor siempre nos sorprende”, la vida de cada persona está en las manos del Señor, es por eso que “el Señor sabe que una opción fundamental de vida como la del llamado al ministerio sacerdotal requiere valentía. Él conoce las preguntas, las dudas y las dificultades que agitan la barca del corazón, y por eso asegura: No tengas miedo, ¡yo estoy contigo!” (Papa Francisco, Mensaje para la 57° jornada mundial de oración por las vocaciones 2020).
Redacción: Josary Vargas y Manuel Antonio Obando Cortedano.