¿Qué situación de salud veremos para los próximos años en América Latina?, ¿ Cuáles serán los retos y desafíos por enfrentar?. Ante estas interrogantes es pertinente tratar de evaluar la situación actual de salud sabiendo y reconociendo sus diferencias entre los países de la región.
En general podríamos considerar que aunque compartimos en la gran mayoría de los países una historia y un idioma en común, tenemos brechas importantes que nos separan particularmente en lo relativo a la pobreza, indicadores en salud y desarrollo humano, lo que marca grandes inequidades entre y dentro de los países.
En América Latina países como Chile, Costa Rica, Brasil y Uruguay destacan por sus indicadores en salud y fortaleza de sus sistemas púbicos y privados así como la cobertura de seguridad social, en el otro extremo Haití, Nicaragua, Venezuela y Bolivia presentan una situación de salud rezagada que afecta a la mayoría de sus poblaciones.
En este momento países como Nicaragua y Haití enfrentan un doble desafío en su perfil epidemiológico ya que aún combaten contra enfermedades infecciosas e inmunoprevenibles y evitables tales como: Diarrea, desnutrición infantil, dengue, malaria, muertes maternas e infantiles.
Paralelo a esto también aumentan cada vez más las enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares, obesidad así como enfermedades de alto costo como el cáncer.
A lo anterior se suma las carencias en recursos humanos sanitarios e infraestructura particularmente en los países más pobres y no menos importante es pensar en los efectos negativos que traerá consigo la etapa pos pandemia COVID-19, ya que muchos recursos humanos han fallecido por esta causa.
La próxima década en el ámbito de la salud:
Por lo anteriormente planteado es de esperarse que para los próximos 10 a 15 años la situación de salud en América Latina siga siendo marcada por un incremento en las brechas y desigualdades entre y dentro de los países.
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Mientras unos países continuarán creciendo y mejorando sus indicadores en salud, otros seguirán en igual o peor situación para el 2020 y es muy poco probable que logren alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible planteados para 2030, principalmente lo relativo al objetivo de desarrollo sostenible número 3: Salud y Bienestar.
Redacción: Doctor Freddy Espinoza.
Diócesis Media, Iglesia y Salud.