¿Sera el principio del fin de la Pandemia? Cuando ha transcurrido cerca de un año del brote de neumonía atípica en Wuhan China, cuyo agente etiológico fue identificado posteriormente como un virus de la familia de los coronavirus, el que se etiquetó como SAR-COV2 causante de la pandemia del COVID-19 y que aún continúa azotando al mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins al día de hoy, se contabilizan más de 68.8 millones de contagios y más de 1.56 millones de muertos, no obstante, la semana pasada Reino Unido se convirtió en el primer país en aprobar la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el COVID-19.
El mundo entero está a la expectativa de una vacuna contra el virus e idealmente que esta pueda ser segura y eficaz, millones de dólares invertidos, esfuerzos de instituciones académicas, científicos, investigadores, desarrolladores comerciales y gobiernos, muchos proyectos de investigación y al menos 6 en fase clínica 3, de acuerdo a la organización mundial de la salud (OMS), y aunque la carrera ha sido intensa por lograr la meta de lograr esta vacuna en tiempo récord, la noticia no deja de generar un efecto esperanzador o una falsa seguridad para la humanidad.
Estados Unidos con una población de aproximadamente el 4% de la población mundial es el país con el mayor número de contagios (15.3 millones), y más de 289 mil muertes, lo que significa un poco más del 18% del total de muertos en el mundo, sin embargo aún se espera por la aprobación de su vacuna por la farmacéutica moderna, quiénes en su último reporte de estudio clínico evidenció una eficacia de más del 94% según la Universidad de Cambridge Massachusetts.
Vacuna y países pobres:
Mientras los países más poderoso económicamente ya han pactado la compra de millones de dosis de la vacuna contra COVID-19 con una o más de las empresas farmacéuticas, los países más pobres en su gran mayoría apelan a las alianzas como la Alianza Mundial para las vacunas (GAVI) y mecanismos regionales como el Fondo Rotatorio para la Adquisición de Vacunas de la OPS, sin embargo, el acceso, distribución y aplicación de la vacuna en su fase inicial podría dar cobertura apenas a una población no mayor del 20% según la organización panamericana de la salud OPS.
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Ante este panorama y considerando que la vacunación probablemente comenzaría por el personal sanitario y los grupos de población más vulnerables en un tiempo no definido claramente, y que podría requerir meses de espera, lo más recomendable sería mantener las medidas de precaución ante la persistencia de la fase transmisión comunitaria, siendo vital mantener y reforzar las medidas de prevención y control del virus como el lavado de manos, uso de mascarillas y distanciamiento físico.
Redacción: Doctor Freddy Espinoza.
Diócesis Media, Iglesia y Salud.